Presentación: Séptima edición

Muchos investigadores, académicos y apasionados de la Historia y de otras ciencias, han realizado investigaciones muy completas en cuanto a la rigidez científica lo requiere, pero pocos son los estudiosos que ligan su investigación con la realidad. El historiador Enrique Florescano hace una crítica dirigida a historiadores y antropólogos, diciendo que: “el historiador lo único que puede hacer es estudiar bien y publicar un libro”, ya que las investigaciones que se realizan solo quedan en conceptos, pero no llegan al siguiente nivel, que es poder lograr convertirlos en algo práctico que le sirva a la sociedad.

La formación social del historiador, haciendo alusión a una identidad única en cada persona, es una de las primeras “aristas” en las que estará inmerso su discurso histórico, y por ende, será también lo que interferirá en como concebirá a la propia Historia. En esta revista se hace énfasis en que el saber histórico, es una práctica social y su objeto de estudio es la humanidad, la mentalidad de sociedades pasadas, los mecanismo que rigen sus relaciones, las prácticas culturales, sociales, políticas, económicas, por mencionar algunos. Por lo que el devenir de la humanidad siempre ha sido generalizado para el aprendizaje de la sociedad. Resulta sumamente fácil caer en conclusiones que generalizan algún acontecimiento. Pero, la sociedad no es homogénea, y por ende, los estudios son diversos, enfocados en diferentes hechos, personajes, mentalidades, entre otras; asimismo el enfoque que se les da es distinto uno del otro.

Nos guiamos por esa diversidad, la heterogeneidad de los temas que cada investigador presenta, y que, son una forma diferente de mostrar un acontecimiento. Entonces, ¿qué es lo que integra a la historia? Son muchos los factores que la constituye, como lo son el tiempo, el espacio, el sujeto y la memoria. Esta última, la memoria, rescatada por investigadores que se adentran a un mundo de “papeles, periódicos y revistas viejas o piedras colocadas de una en una” para responder a la inquietud de saber quiénes somos.

En el número 7 de la revista TEMPO Revista histórica y de Ciencias Sociales, instrumento que responde a la necesidad de buscar articular el conocimiento que se genera desde la ciencia y la investigación con los saberes de la propia sociedad. Se le hace una invitación al lector a emprender lecturas de temas que están siendo estudiados por compañeros de distintas disciplinas. Los artículos aquí expuestos, se realizaron con la finalidad de discutir, reflexionar y enfrentar todo aquello en lo que esta inmiscuido la investigación de la sociedad, partiendo de distintas especialidades como lo es la propia historia, filosofía, economía, geografía, arquitectura, arqueología, urbanismo, antropología entre otras.

Temas tan diversos, por ejemplo, Apuntes para el análisis de la cultura visual del siglo XX en México, que comparte el análisis del concepto “cultura visual”, y que nos va adentrando al mundo de las imágenes, de los signos y su significado, como Calaveras de adeveras "la muerte en oposición a la muerte”, o bien El surrealismo haciendo eco en la literatura de Remedios Varo, así como La figura de Aspasia de Mileto en el Diálogo de Menexeno de Platón, además de análisis históricos de ¿Cómo nació el diablo?; estudios de relaciones diplomáticas de México en La locura mexicana, la gran idea de Napoleón III; conocer la dieta en la alimentación mexicana durante el largo siglo XIX con Dime qué comes y te diré quién eres: cambio en la alimentación de la sociedad mexicana, segunda mitad del siglo XX; lo que se puede leer entre líneas con Literatura fantástica. Análisis y ejemplificación entre lo fantástico, lo maravilloso y lo extraño y Tacámbaro.

Diana Ivonne Rufino Martínez.


Índice número VII